Date un espacio a solas

 MEDITACIÓN PASIVA

La meditación pasiva es aquella en la cual se requiere una postura determinada, sentadas o tumbadas, y también un estado de concentración adecuado, estaremos en silencio, en un lugar tranquilo en el que nadie nos moleste.

Se pretende callar los pensamientos dejando que pasen, buscando que la mente no nos controle para lograr una conexión mayor. 
Callar la mente no es una tarea sencilla, pero hacerlo de esta manera nos impedirá lograr esa conexión cuando las circunstancias a nuestro alrededor sean otras.


A continuación te muestro una técnica de relajación:

Cuatro niveles de relajación

Primer paso: El Cuerpo
Recuerda tantas veces como sea posible, mirar el cuerpo y ver si estás cargando alguna tensión en el cuerpo, en alguna parte: el cuello, la cabeza, o las piernas. Relájalas conscientemente. Ve simplemente a esa parte del cuerpo, y convéncela, dile amorosamente: '¡Relájate!'
 
Te sorprenderá ver que si te diriges a cualquier parte del cuerpo, ella escucha, ella te sigue; ¡es tu cuerpo!

Segundo Paso: La Mente
Entonces sigue con otro paso, un poco más profundo; pídele a la mente que se relaje. Y si el cuerpo escucha, la mente también escucha. Pero no puedes empezar con la mente, tienes que empezar por el principio. 
 
Si llegas a ser capaz de relajar el cuerpo voluntariamente, entonces serás capaz de relajar tu mente voluntariamente. La mente es un fenómeno más complejo.

Tercer paso: El Corazón
Si es posible con el cuerpo y es posible con la mente, también es posible con el corazón.

Cuarto Paso: Ser
Sólo entonces, cuando hayas dado estos tres pasos, puedes dar el cuarto. Ahora puedes ir a lo más profundo de tu ser, que está más allá del cuerpo, de la mente y del corazón: al propio centro de tu existencia. 
 



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